ELECTRICIDAD

Seguramente os estáis preguntando a que viene ese título...¿? pero como muy bien sabéis la electricidad puede actuar sobre el organismo produciendo diferentes tipos de lesiones, cuya gravedad depende de las características de los agentes físicos y de las partes del cuerpo afectadas.

Los accidentes se pueden producir por acción de la corriente eléctrica o de la corriente atmosférica, los famosos rayos que se originan en las tormentas. Aquí es necesario distinguir entre electrocución y fulguración. Hablamos de electrocución cuando las lesiones son consecuencia de una descarga eléctrica artificial mientras que en la fulguración se producen por una descarga de origen natural.

La electricidad produce una serie de daños como quemaduras blanco-amarillentas en los orificios de entrada y de salida, destrucción muscular en todo el trayecto de la corriente por el interior del organismo, fracturas y luxaciones debidas a las fuertes sacudidas musculares que se producen, tetanización, edema y hemorragias cerebrales, parada cardiorrespiratoria causada porque la corriente atraviesa el corazón y el tórax e incluso muerte. Además, cuando la corriente sigue la superficie cutánea y busca tierra directamente se producen las llamadas quemaduras por arco eléctrico. En este caso las quemaduras en la piel son muy graves pero no hay lesiones internas porque la corriente no llega a atravesar el cuerpo humano. Igualmente también provoca daños materiales debido al riesgo asociado de incendios y explosiones.

¿Qué es el riesgo eléctrico? Pues bien, cuando hablamos de riesgo eléctrico nos referimos a la posibilidad de circulación de la corriente eléctrica a través del cuerpo. Debido a que la electricidad es el tipo de energía más utilizada, a veces no nos damos cuenta y olvidamos las medidas de prevención en cuanto a su uso.

Decir que este tipo de quemaduras representan un 2 % de los ingresos en las unidades de quemados de los hospitales y son más frecuentes en varones de 20 a 30 años. En el siguiente gráfico podéis ver que la mayoría de las quemaduras eléctricas se producen en el ámbito laboral.

Y por otra parte, ¿cómo vamos a actuar ante un accidente por electricidad? Seguiremos los siguientes pasos: 

1. Desconectar la corriente.
2. Separar a la víctima de la fuente ayudándose de algo aislante.
3. Llamar al 112 y valorar el estado de la víctima. El pronóstico de la misma dependerá del recorrido de la corriente eléctrica y la duración de la descarga.
4. RCP si es el caso.
5. Cubrir los orificios de entrada y salida con apósitos estériles.
6. Traslado urgente al hospital.

Seguramente que muchos de vosotros cuando erais pequeños se os daba por introducir los dedos en los enchufes ¿o me equivoco? En definitiva, deciros que muchas veces las lesiones se producen a causa de la ignorancia y la poca importancia que se le da a la electricidad. Sabemos que puede ser beneficiosa pero si no se utiliza de manera correcta y con responsabilidad puede llegar a ser perjudicial.