13 de noviembre de 2012

ALTERACIONES CIRCULATORIAS

Existen muchas alteraciones que afectan a la circulación sanguínea pero de entre ellas me gustaría hablaros un poco del infarto de miocardio.
Si os preguntaran, ¿cómo definiríais infarto?  En primer lugar decir que aunque la palabra infarto se utiliza comúnmente para designar el infarto de miocardio, debéis de tener en cuenta que esto mismo puede ocurrir en cualquier otro órgano del cuerpo. Así, un infarto es la necrosis o muerte de las células del músculo del corazón o parte de él a consecuencia de que las arterias que lo irrigan se obstruyen e impiden la llegada de oxígeno a las mismas, dañándolas de forma irreversible. Una vez que las arterias se bloquean, el miocardio deja de moverse porque no recibe oxígeno ni nutrientes para producir energía y entonces el tejido afectado se necrosa. La gravedad del daño depende de la extensión del área muscular y la localización de la zona afectada, especialmente si se produce una arritmia.

Las arterias coronarias se pueden obstruir por diferentes causas pero en la mayoría de los casos, el infarto de corazón es provocado por un coágulo de sangre o por la acumulación de grasa en las paredes arteriales, lo que conduce a la formación de las placas ateromatosas. En esto juegan un papel muy importante algunos factores de riesgo como la hipertensión, colesterolemia, tabaquismo, obesidad, sedentarismo y edad avanzada, ya que la persona que se identifique con muchos de ellos es más propensa a sufrir un cuadro coronario de este tipo.

Los síntomas más comunes son opresión y dolor continuos en el tórax que se puede irradiar a brazos, mandíbula, espalda y dientes; dificultad para respirar, sensación de muerte, mareo, tos, vómitos, pérdida de conocimiento, entre otros. Además los ancianos, las personas diabéticas y las mujeres pueden experimentar poco o ningún dolor y tener síntomas inusuales, de manera que en estos casos hablamos de "ataque cardiaco silencioso".

A mayores de todo esto, decir que no se debe confundir el infarto de miocardio con la angina de pecho, pues a pesar de que los síntomas son muy similares existe entre ellos una diferencia y es que en el angor pectoris, cuando la víctima guarda reposo, es decir cuando deja de moverse, el dolor y demás síntomas desaparecen dado que la obstrucción arterial todavía no es total. Eso sí, una angina suele ser un signo de muy alto riesgo de infarto agudo de miocardio o de una arritmia grave.

Es frecuente que a raíz de este cuadro coronario aparezcan arritmias ventriculares o bloqueos del corazón que por lo general pueden ser controlados con el uso de dispositivos especiales como un desfibrilador o un marcapasos.

  • Si el infarto es muy extenso aparece una insuficiencia cardiaca permanente, a veces con congestión pulmonar si afecta a la válvula mitral.
  • En cambio, si el infarto es de pequeña extensión bastará con controlar los factores de riesgo que mencionamos anteriormente para así evitar un nuevo ataque.
Y ya para ir acabando vamos a dar unas pequeñas pinceladas acerca del marcapasos,  dispositivo del que os hablará la profesora Victoria en uno de los seminarios. Un marcapasos es un pequeño dispositivo alimentado por una batería que ayuda al corazón a latir con un ritmo constante, bien cuando la frecuencia cardiaca sea lenta, rápida o irregular o bien cuando se bloquea el sistema de conducción eléctrica del corazón. Por lo tanto, es un sistema de estimulación eléctrica coronaria. Este dispositivo también se utiliza para impedir que el corazón genere impulsos de más. Una persona con un marcapasos implantado puede llevar a cabo una vida normal pero siempre teniendo en cuenta ciertas precauciones.




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