¿Cuántas veces habéis oído "no le quitéis el casco a un accidentado"? A ver, está claro que en algunas situaciones quitarle el casco a un motorista que ha sufrido un accidente si no se tienen conocimientos de cómo hacerlo, puede ser un hecho fatal porque podemos complicar o agravar mucho más su estado. Al igual que no debemos cambiar la posición de un herido sin saber cuáles son sus lesiones, tampoco debemos retirar un casco sin antes hacer una valoración.
Esta maniobra puede tener riesgos sobretodo si hay lesiones de columna por lo que se deben tomar muchas precauciones y ante la duda no sacarlo nunca, a no ser que la víctima se encuentre en una situación de riesgo inminente para la vida.
La técnica se lleva a cabo entre dos socorristas y se realiza de la siguiente manera:
- Un socorrista se coloca en la cabeza del herido y le agarra el cuello con las manos a ambos lados, con el pulgar asegurando la mandíbula y los demás dedos asegurando la nuca.
- El otro socorrista suelta o corta la brida mandibular y procede a realizar la función del anterior.
- Así el primer socorrista se dispone a tirar muy despacio del casco prestando mucha atención al momento en que el mismo queda libre, ya que la cabeza puede caer hacia atrás y empeorar la situación.
- Con el fin de evitarlo, el socorrista que retira el casco sujetará la cabeza de la víctima cuando nota que el casco se va a quedar libre.
A continuación, en este vídeo, podéis ver como dos profesionales sanitarios retiran el casco a un accidentado, en este caso una mujer.
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