13 de noviembre de 2012

Anatomía Clínica del Tronco



El tronco tiene 2 partes:

  • Porción superior del tronco: Tórax.
  • Porción inferior del tronco: Abdomen.
La región torácica tiene un esqueleto óseo. La región torácica no solo tiene el papel de protección, sino que además tendrá un papel funcional, porque el esternón y las costillas participarán activamente en la mecánica respiratoria. Los huesos actúan de forma pasiva, ya que en ellos se insertan los músculos y se dejan cambiar de forma. Los músculos realizan la respiración de forma activa. 
La mecánica respiratoria consta de dos movimientos: inspiración y espiración.
En la región torácica encontramos un esqueleto óseo:
  • En la parte posterior encontramos la columna dorsal o torácica (12 vértebras).
  • En la parte lateral encontramos los 12 pares de costillas y los correspondientes espacios intercostales.
  • En la parte anterior encontramos el esternón y los cartílagos costales.  
La jaula torácica tiene conexiones por encima y por debajo, ya que no es un compartimento cerrado:
  • Cranealmente encontramos el orificio torácico superior (se continúa con la base del cuello). También se lama diafragma cervicotorácico.
  • Caudalmente tenemos orificios torácicos inferiores que se hallan en la frontera con el abdomen, es decir, en el diafragma.
El compartimento torácico lo podemos dividir en 3 porciones:
  • Porción media: mediastino.
  • Porciones laterales: cavidades pleuropulmonares. 
El orificio torácico superior no es un orificio horizontal, sino que es algo oblicuo. Por detrás está compuesto de T1. Lateralmente lo componen los bordes mediales de la 1ª costilla y sus cartílagos costales. Por delante lo compone el manubrio esternal.
Debido a la oblicuidad (por delante está más bajo), los vértices pulmonares se hallan asomándose por este orificio.

De anterior a posterior encontramos en este orificio la tráquea, y pegada a esta, el esófago. A cada lado de la tráquea y esófago encontramos las arterias carótidas primitivas, venas yugulares internas, arteria y vena subclavia, nervios pneumogástricos (X par) y nervios frénicos.
El límite o conexión torácica inferior es el DIAFRAGMA. Este es un potente músculo respiratorio, es el esencial, y forma un compartimento cerrado. El diafragma limita:
  • Posteriormente con D12.
  • Lateralmente con los cartílagos costales y el borde medial del 12º par de costillas.
  • Anteriormente con el apéndice xifoides. 
Las inserciones de este músculo son en las costillas, las vértebras y en el apéndice xifoides. 
Este músculo diafragma tiene orificios que conectan tórax y abdomen en sentido ascendente y descendente. Estos orificios se llaman hiatos. Los más grandes o voluminosos (cabe un dedo o dos) son 3 y se denominan hiatos mayores:
  • Hiato aórtico (no contráctil).
  • Hiato esofágico (contráctil).
  • Hiato de la vena cava inferior (no contráctil). 
El diafragma se contrae para realizar la respiración. Por eso la vena cava inferior y la aorta (no contráctiles) están en zonas tendinosas (inserciones) del diafragma para evitar que se cierren los orificios. El contráctil (el esófago), se sitúa en la zona contráctil del diafragma para evitar el ascenso de fluídos intestinales. 
Los dos nervios pneumogástricos bajan con el esófago, siguiendo su trayecto hasta llegar al estómago. El pneumogástrico tiene SN vegetativo, ya que la digestión se realiza de forma involuntaria.
El hipo se produce porque al introducir un bolo alimenticio muy grande se produce una distensión esofágica que apreta a los nervios parasimpáticos del pneumogástrico contra la pared y los estimula, provocando el hipo. 
Para solucionarlo se realizará una presión de 15 segundos sobre los párpados que producirá un reflejo vasovagal que llevará el estímulo por las ramas del SN vegetativo estimulando a las ramas vegetativas comprimidas, quitando el hipo.

Tema 3. Anatomía del tronco 

No hay comentarios:

Publicar un comentario